El círculo representa en su vaciedad, la absoluta
plenitud, simplicidad , integridad, infinidad , perfección de la armonía.
El círculo del sumi, pintado con tinta, o Enso, es un
símbolo espiritual de muy profundo significado para muchos religiosos,
particularmente para los budistas Zen.
El círculo, según el entendimiento de la tradición del
Zen, es una representación de nuestro verdadero ser. Es pintado / escrito en la
caligrafía china o japonesa en una forma que no es matemáticamente perfecta. El
Enso es pintado por una mano humana, con un pincel, y entonces es perfecto nada
más así como es. Guiado en el momento del estado de la mente del pintor – tu
puedes pintar un poderoso y bien balanceado Enso solamente si tu mente es
limpia y libre de pensamiento e intenciones -. Es el verdadero momento de
vaciedad con plenitud. Es el reflejo de tu estado interior de armonía.
Representa los ciclos, las repeticiones, el eterno
retorno, la búsqueda del centro, el ciclo infinito de la vida y el universo.
El Enso es pintado (o escrito) en una forma que no es
exactamente perfecta desde la perspectiva matemática. El Enso es creado por la
mano humana, y por lo tanto es perfecto tal y como es. Realizado por el estado
mental del pintor. Se puede pintar un poderoso y bien balanceado Enso sólo si
la mente está clara y libre de pensamientos e intenciones. Es el verdadero
momento del vacío dentro de la totalidad. Es el reflejo del estado de armonía
interna.
Una característica importante del círculo Enso es que
nunca es un círculo cerrado. Siempre hay una ligera abertura en algún lugar,
indicando que no es algo contenido en sí mismo, sino que en lugar de eso se
expande hacia el espacio, hacia el infinito, abarcándolo todo e incluyéndolo
todo. Es un círculo que incorpora la armonía completa.
Pero el Enso también es el símbolo de lo visible y lo
no visible. Representa el pensamiento no-dual, la unidad, “el Todo es igual que
el Uno”. La expresión de toda la mente y la no-mente. Su vacío contiene la
totalidad absoluta, la simplicidad, la plenitud, lo infinito, la perfección.
Según la tradición Zen, el Enso es la representación
de nuestro verdadero Yo, de nuestro real Ser.
El Yo es un círculo Enso pintado en el vacío de la
no-mente.
El Enso es la imagen del Cielo y de la Tierra, del
diario ir y venir, de las estaciones, de la vida; pintado con un rápido trazo;
seguro pero humilde; grueso pero lleno de bondad.
Es tan perfecto, que tiene el poder de liberar y
transformar al que lo contempla con claridad. Y la sensación que produce es
indescriptible. Por eso se le conoce como círculo de iluminación. Solamente el
lenguaje poético se puede aproximar a la profunda e inexpresable verdad
contenida en el Enso. Meditar sobre estos conceptos y el momento actual de mi
vivir te hace consciente y facilita claridad de acción.
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